TRATAMIENTOS ACTUALES PARA LAS MIODESOPSIAS: YAG Y VITRECTOMÍA.
José Antonio Villén Raya.
Las conocidas vulgarmente como “moscas volantes” (técnicamente denominados “flotadores”, “cuerpos flotantes” o “miodesopsias” y en inglés “floaters”) son las grandes olvidadas de la oftalmología. Lo más probable es que si está leyendo este manuscrito conozca a la perfección qué son los cuerpos flotantes y posiblemente incluso los padezca.
Muchos profesionales, sin basarse en evidencias, afirman que los flotadores no son más que un proceso degenerativo normal y que si produce un detrimento en tu calidad de vida se debe a una “excesiva percepción subjetiva de esos flotadores”. Básicamente están diciéndonos que todos tenemos cuerpos flotantes, pero que si los ves es porque les echas demasiada cuenta y que tienes que aprender a sobrellevarlo. No voy a discutir esto, porque no existen estudios que sostengan que estas afirmaciones sean correctas o no, pero lo que si es seguro es que el deterioro en la vida de los afectado por miodesopsias es más que significativo.
De hecho, pueden cursar con temores acerca de la pérdida de visión, cefaleas, evitación de actividades en las que se perciban muchas miodesopsias, depresión, etc.
Según un estudio realizado por Wagle y cols. (2011) con una muestra de 311 pacientes, el impacto de los flotadores en la calidad de vida es significativamente negativo, y el doctor Sebag (2011) considera que la calidad de vida de los pacientes con flotadores puede ser tan o más baja que en personas con cáncer de colón o accidente neurovascular LEVE.
Antes de comenzar la revisión de varios estudios sobre los tratamientos de las miodesopsias es importante que distingamos entre lo que son miodesopsias primarias y miodesopsias secundarias. Las miodesopsias primarias son aquellas que no cursan con ninguna otra patología ocular grave (tales como desprendimiento de retina y desprendimiento del vítreo posterior), es decir, sólo aparecen cuerpos flotantes. Las miodesopsias secundarias son aquellas que aparecen como consecuencia de una patología ocular más grave, como por ejemplo un desprendimiento de retina, que normalmente produce también la percepción de “destellos o flashes” y pérdida de parte de la visión periférica. La única forma de diferenciar si se tratan de miodesopsias primarias o de miodesopsias producidas por un desprendimiento de retina es una exploración oftalmológica que incluya un fondo de ojo. Una vez que queda descartado que las miodesopsias se deban a otra enfermedad nos enfrentamos al durísimo veredicto: “Tu ojo está perfecto, vas a tener que acostumbrarte a vivir con ellas”.
Al igual que en la cuestión anterior, tampoco dispongo de datos para afirmar que las miodesopsias sea una cuestión de “habituarse”. Es por ello que se necesitarían estudios epidemiológicos para evaluar el alcance de esta enfermedad y otros muchos datos que aclaren su curso y si el malestar es realmente cuestión de unos meses (y que realmente hay que acostumbrarse), o se trata de algo crónico (y que requeriría un tratamiento invasivo para eliminar el problema de raíz).
Lo que está claro es que muchos pacientes llevan años lidiando con sus miodesopsias y sus consecuencias psicológicas. Las opciones para este grupo de personas son básicamente dos: El láser YAG (yttirum aluminum garnet) y la vitrectomía.
En Internet circula todo tipo de información acerca de la peligrosidad de estos tratamientos, pero en ninguna encontramos referencias a artículos científicos que ofrezcan estadísticas reales sobre sus riesgos y beneficios. Y son muchas clínicas y páginas dedicadas profesionalmente a la oftalmología las que incentivan el miedo hacia los supuestos “gravísimos” riesgos que conllevan las opciones de tratamiento para las miodesopsias.
¿YAG o Vitrectomía?
El primer paso es decidir si queremos operarnos o no, y el segundo es tomar una
decisión sobre qué tratamiento puede ser el más conveniente para cada caso. El objetivo
de este texto es proporcionar a los afectados información precisa, objetiva y clara sobre
los posibles beneficios y los posibles riesgos del láser y la vitrectomía.
Todos los artículos aquí referenciados provienen de revistas científicas con altos índices
de impacto e indexados en la base de datos de PubMed (la más importante base de datos
de investigaciones médicas), lo que quiere decir que son absolutamente fiables.
Para abrir boca hablemos de un artículo en el que se comparan los resultados del
tratamientos de miodesopsias con laser YAG y vitrectomía En dicho estudio se empleó
una muestra de 31 pacientes (42 ojos en total). Respecto al láser YAG no se observaron
complicaciones postoperatorias en ningún caso tras 14 meses de seguimiento, sin
embargo sólo el 38% de los pacientes tratados con láser YAG mejoraron sus síntomas.
El otro 62% no mostró mejoría. Por otro lado 15 ojos fueron sometidos a la vitrectomía.
Se produjo una resolución completa de los síntomas en el 93% de los casos, aunque en
uno de los 15 ojos operados mediante vitrectomía se produjo un desprendimiento de
retina que fue tratado efectivamente (Delaney y cols., 2002).
En otra investigación 168 ojos fueron sometidos a vitrectomía sin suturas. Los pacientes
rellenaron un cuestionario sobre la sintomatología de sus miodesopsias antes y después
de la operación. El 90% de los pacientes realizó dicha encuesta y de los encuestados el
94% calificó la intervención como un “éxito total”, es decir la eliminación absoluta de
las miodesopsias. Además la agudeza visual de los pacientes mejoró significativamente.
En el 7% de los ojos se produjo rotura iatrogénica de la retina, y las complicaciones
postoperatorias ocurrieron en 3 ojos de los 168 operados (Mason y cols, 2014).
Otra investigación sobre la eficacia de la vitrectomía evaluó la agudeza visual de los
pacientes con miodesopsias comparado con un grupo control (personas normales). Los
pacientes con miodesopsias tenían una reducción del 28% de la agudeza visual
comparado con el grupo control, y tras la intervención mejoró dicha agudeza en un
29%. En ninguno de los casos tratados con vitrectomía se produjo ni desgarro de retina,
ni glaucoma ni infección tras un período de 17 meses de seguimiento. Sólo 8 de los 34
casos tratados desarrolló cataratas después de la operación, aunque ninguno de estos
pacientes tenía menos de 53 años (Sebag y cols., 2014)
Conclusiones.
La operación mediante láser YAG paerece ser una opción muy segura para tratar las
miodesopsias sin efectos secundarios. Sin embargo sólo en 1/3 de las personas tratadas
con este método acusan una reducción de las miodesopsias. La vitrectomía es mucho
más invasiva, pero con un alto índice de efectividad (más del 90%), y aunque los
resigos son mayores en la vitrectomía que en el láser YAG estos se observan en un
porcentaje mínimo de pacientes (menos del 10%).
Valoración personal.
He querido crear esta sección aparte para separar los datos objetivos (anteriormente
expuestos) de mi opinión personal. Y mi opinión personal es que los médicos deberían
dedicar al menos una hora a la semana para revisar y actualizar sus conocimientos.
Básicamente, estar un rato leyendo en bases de datos (como por ejemplo PubMed) los
últimos avances en medicina. Si algún oftalmólogo te vuelve a decir que las
miodesopsias no tienen cura dile: “Si sabe usted hablar inglés le recomiendo que lea más revistas científicas” o simplemente le lleve este mismo papel impreso, donde encontrará al final de la página las referencias a dichos estudios y no tendrán que molestarse ni en encontrarlos.
REFERENCIAS:
Delaney, Y.M., Oyinloye, A. y Benhamin, L. (2002) Nd: YAG vitreolysis and pars plana vitrectomy: surgical treatment for vitreous floaters. Eye. 16, 21-6.
Mason, J.O., Neimkim, M.G., Mason, J.O., Friedman, D.A., Feist, R.M., Thomley, M.L. y Albert, M.A. (2014). Safety, efficacy and quality of life following sutureless vitrectomy for symptomatic vitreous floaters. Retina. 34 (6), 1055-1061.
Sebag, J. (2011). Floaters and the Quality of Life. American Journal of Ophtalmology. 152 (1), 3-4.
Sebag, J., Yee, K.M. Wa, C.A., Huang, L.C. y Sadun, A.A. (2014). Vitrectomy for floaters: Prospective efficacy analyses and retrospective safety profile. Retina. 34 (6), 1062-1068.
Wagle, A.M., Lim, W.Y., Yap, T.P., Neelam, K. y Au Eong K.G. (2011). Utility values associated with vitreous floaters. American Journal of Ophtalmology. 152 (1), 60-65.
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